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Señor, ¡sáname!

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  Padre Carlos Cancelado Pedirle al Señor que nos sane para que podamos relacionarse con los demás. ¿Por qué pecamos? Porque satanás seduce a Adán y Eva y los lleva a separarse de Dios y nuestros primeros padres nos heredan ese pecado original. Con el Bautismo se restaura la amistad con Dios, pero queda la inclinación al mal. Ese mismo Dios deja el sacramento para el perdón de los pecados. El pecado es una ruptura con el amor infinito de Dios, nos separa de Dios y de los demás, y hay una ruptura por dentro. Las consecuencias del pecado son cuatro: a) daña las relaciones interpersonales, nuestra capacidad de amar, las relaciones son engañosas, agresivas, posesivas, la gente se siente humillado b) daño en el cuerpo y en el alma, desajustes, temores, angustias, ansiedad, vida sin sentido. Se expone a enfermedades y dolencias; c) en la sociedad produce una sociedad individualista, de opresión, desigualdades, esclavista, miseria, hambre, segregación, conflictos raciales, manipu

Limpia tu alma

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  Pbro. Carlos Cancelado Dios quiere perdonarnos los pecados, quiere que la vuelta al Padre sea perfecta porque hay arrepentimiento y reparación. Dios no puede sanarnos si nosotros no somos sinceros en el arrepentimiento completo de nuestros pecados. El sacramento de la confesión es un regalo de Dios, el sacerdote también debe confesarse, y lo hace con otro sacerdote. Uno ve muchas gracias a través del sacramento de la confesión. En cierta ocasión, una señora me pide que rece porque tenía una llaga, le dije: “Sí, pero antes te confiesas, espera a que termine de confesar y rezo por tu llaga”. Se confesó. Llevaba 34 años de no confesarse, y ya no esperó a que terminara el padre. Pasado un año volvió y le contó al sacerdote que se había curado días después de haber hecho su confesión. Otra vez llegó una señora de la mala vida y pidió confesión. El padre le dijo que estaba a punto de celebrar la Santa Misa. Ella contestó: - Ahora o nunca. El padre Carlos le dijo a un ayudante q

Experiencia de Dios

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  La experiencia cristiana se refiere en concreto a un conocimiento de Dios y del misterio salvador, logrado por el contacto de alguna manera inmediato con esas realidades. Comporta una dimensión práctica, y así puede decirse que “es la vida cristiana en ejercicio” (A. Guerra). Jesús le dijo a Faustina Kowalska: “No quiero castigar a la humanidad dolorida, pero deseo sanarla, presionándola contra mi Corazón Misericordioso. Yo uso el castigo cuando ellos mismos me obligan a hacerlo; Mi mano se resiste a empuñar la espada de la justicia. Antes del Día de la Justicia envío el Día de la Misericordia. Prolongo el Día de la Misericordia por amor a los pecadores. ¡Pero ay de ellos si no reconocen este tiempo de mi visita!” ( Diario , n. 1261). Abraham, Moisés, David, Amós, Isaías, Jeremías, ... han tenido en su llamamiento una inefable experiencia de Dios, que se convierte en ellos en una realidad vital más importante que ellos mismos. Ha sido una experiencia transformante, inseparable de

Contemplar al Pan de Vida

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  El Señor le reveló a Santa Gertrudis la Mayor: “Vuestra oración es sumamente potente y efectiva durante la consagración en la Santa Misa (es decir, en la elevación) ... Cada vez que alzas la vista para contemplar el Santísimo Sacramento, tu lugar en el cielo se eleva un tanto más”. El misterio eucarístico es el centro culminante del cristianismo; por él nuestro Señor permanece con una presencia nueva y singular en el seno de su Iglesia, como Víctima perenne en favor nuestro ante el Padre. Por él somos robustecidos en nuestra peregrinación hasta el Monte de Dios. Y deberíamos buscar, en el silencio, su adoración constante. Rodolfo I de Habsburgo (1218-1291) en 1273 fue elegido emperador de Alemania y así fundó la casa de Austria. Suya es la siguiente anécdota de cuando era conde: Yendo de camino encontró a un sacerdote, que a pie llevaba el viático a un enfermo. Se tiró del caballo en que montaba, hizo subir en él al sacerdote, y él mismo fue teniendo las bridas hasta llegar a la

Siete maneras de ser soberbio

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  La humanidad se encuentra en una grave situación. La causa ¿cuál es? Detrás de todo está el demonio. ¿Cómo actúa? Santo Tomás de Aquino decía que el pecado más grave es la soberbia. ¿Cómo vencer las tentaciones de la soberbia? Hay siete tentaciones ligadas al pecado de la soberbia o siete maneras de ser soberbio . Hay que empezar por examinarse a sí mismo. Vamos a ir de menos a más.   1ª tentación: la soberbia de la vista : la pornografía. La publicidad y las películas usan escenas inconvenientes o insinuadas. Nos hiere quizás sin darnos cuenta. Hay una pornografía brutal y otra disimulada que se digiere sin darse cuenta. Va apoderándose de uno considerando que “se puede ver todo sin que pase nada”. Todo tiene consecuencias. Hay que estar alerta para nosotros y para los demás. 2ª La soberbia de la carne : pensar que puedo tener relaciones sin llegar a lo peor y no pasa nada. Vemos cómo se rompen matrimonios porque uno de los cónyuges tiene relación con otra persona y esa relac

Cuando el ayuno se convierte en dieta

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  https://youtu.be/O7PS6PUSngI?t=19 Ora: “Jesús, sana mi inteligencia, mi memoria y mi voluntad, báñame con tu Sangre preciosa. Sana los vacíos que me impiden ser un Cristo vivo. Gracias Espíritu Santo que soplas cada día en mí, gracias a Dios Padre por mostrarme el camino, porque vengo de ti y camino con Cristo. Y voy hacia ti en el Espíritu de Dios. Y sé que hay un sitio para mí en el Cielo. Amén”.

La presencia real del Señor en la Eucaristía

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  Somos la única religión de la tierra que puede afirmar con absoluta certeza que Dios vive entre nosotros, está presente corporalmente en el sagrario . ¿Te falta fe? Póstrate ante el Santísimo. ¿Te falta amor? Póstrate ante el Santísimo. ¿Quieres la conversión de algún familiar? Póstrate ante el Santísimo. ¿Te preocupa lo que ocurre? Póstrate ante el Santísimo. Él está allí esperándote; Él desea amarte. Él desea derramar sus bendiciones en tu vida personal. No dudes de que te ama. Tenemos que prestarle la mayor reverencia posible. “La Eucaristía —dice Félix María Arocena— representa el don de una generosidad sin límites, el amor llevado hasta el infinito. En ella reside todo el bien de la Iglesia. Es el corazón vivo no sólo de las grandes catedrales, sino también de las pequeñas y pobres cabañas de misiones”. La Eucaristía ha sido definida por la Constitución dogmática Lumen gentium como “fuente y cumbre de toda la vida cristiana” (n. 11). San Juan Pablo II quería su